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El Programa de Lucha contra Carpocapsa y Grafolita nace como un requerimiento de los productores de pepita y carozo de la provincia de Mendoza, al ser necesaria una acción provincial que se pusiera al frente de las acciones de control en vistas de sostener y ampliar los mercados de exportación para mencionadas frutas.

El ISCAMEN inició las acciones de este programa en el oasis centro de la provincia de Mendoza (departamentos de Tunuyán, Tupungato y San Carlos) durante la campaña 1999/2000, dichas acciones se extendieron al resto de los oasis productivos en la campaña 2001/2002, abarcando todas las áreas bajo riesgo. A partir del 2002/03 el Programa comenzó a difundir las" Alertas de Control" con el objeto de orientar las desiciones del sector productivo, en la implementación de planes fitosanitarios.

Al mismo tiempo se exploraron y evaluaron otras herramientas, tales como la Técnica del Insecto Estéril (TIE) aplicada a Lepidópteros, cría y la liberación de Parasitoides.

Un hito de importancia está marcado por la implementación, durante la temporada 2006/07, del Programa Nacional de Supresión de Carpocapsa (PNSC) comprendido en el marco del Programa Nacional de Sanidad Vegetal (PROSAVE). Este Programa, cuya responsabilidad a nivel nacional correspondía al SENASA, fue implementado en Mendoza a través del ISCAMEN. El mismo tuvo una duración de 6 años y su fin último fue sentar bases exitosas y sustentables para lograr y mantener niveles de daño de Carpocapsa económicamente aceptables utilizando como herramienta principal la Técnica de Confusión Sexual (TCS), aplicada en grandes áreas, todo enmarcado bajo el concepto de Manejo Integrado de Plagas (MIP).

Para lograr dicho objetivo dentro del nuevo enfoque del Programa se han trazado las siguientes Líneas de acción:

Promover el uso de la Técnica de Confusión Sexual (TCS) en grandes áreas mediante acciones de difusión, capacitación y apoyo técnico al sector frutícola. A su vez alentar, la disminución de la cantidad de aplicaciones de insecticidas de amplio espectro y el uso de productos de bajo impacto ambiental, aptos para el uso en MIP.

Mejorar, difundir y capacitar sobre los métodos de monitoreo con el objetivo de conocer el estado de las plagas y la susceptibilidad de sus hospederos, evaluar el riesgo potencial y ayudar en el proceso de toma de decisiones sobre la elección del activo más conveniente y su respectivo momento de aplicación.

Difundir y apoyar el uso y protección de controladores biológicos como técnica de integración, especialmente en aquellos sistemas bajo TCS y de producción orgánica, en complementariedad y respaldo al "Programa de Agroecología" de ISCAMEN.

Favorecer y apoyar medidas de saneamiento mediante la erradicación de montes abandonados o en riesgo fitosanitario, que constituyen excelentes reservorios de ambas plagas y por lo tanto focos de infección para montes vecinos en producción. 

Promover y apoyar el uso de medidas culturales y manejo del monte tendientes a disminuir los niveles poblacionales de estas plagas, tales como:

    1. Uso de bandas trampa

    2. Recolección y destrucción de frutos que pudiesen haber quedado después de la cosecha.

    3. Podas de formación donde las plantas no excedan los 4,5 metros de altura, para que las pulverizaciones cubran el total de la copa de los árboles con la solución de agroquímico y una distribución de  ramas que asegure la buena penetración de los productos.

    4. Raleo de frutos de manera tal que no se toquen al aumentar de tamaño.

    5. Calibración del equipo pulverizador por lo menos una vez por año. Para el caso, el Instituto lleva adelante diversos encuentros de capacitación.

    6. Difusión de medidas para una correcta aplicación: la medición del pH del agua con la que se prepara el caldo, seleccionar productos insecticidas permitidos respetando la acción residual del mismo y sus tiempos de carencia, prepararlos de acuerdo a las dosis indicadas por el marbete del producto a utilizar, suspender las aplicaciones cuando la velocidad del viento supera los 4 metros por segundo, cuando la temperatura supera los 30°C o cuando la humedad relativa es menor a 35%, realizarlas en las últimas horas de la tarde o nocturnas, repetir los tratamientos después de una lluvia, etc.

    7.  Uso de registros como los "Cuadernos de Campo".

    8.  Medidas preventivas, tales como retiro de bins, cajones, puntales, leña, entre otros elementos. de los montes para evitar reinfestación.

HACIA DÓNDE INVERTIR ENFUERZOS EN EL FUTURO

La problemática de la Carpocapsa debe abordarse con una visión holística; desgraciadamente, no todos los factores que interactúan en la misma son factibles de desarrollar desde una sola Institución, a lo que debe agregarse cuestiones individuales que hacen a la gestión de cada empresa agropecuaria en particular.

Normalmente se citan 4 factores que influyen sobre el control de ésta y otras plagas:

      • Factores de índole climática
      • Factores de índole técnica
      • Factores de índole económica
      • Factores de índole socio-cultural

Todos ellos están permanentemente interactuando entre sí y la modificación sustancial o no, en uno de ellos, suele repercutir ostensiblemente en otro u otros; muchas veces agravando el problema inicial.

El precio de la fruta a cosecha, el tipo de cambio, el mercado destino (sus restricciones y requisitos), factores climáticos (heladas, lluvias, granizo, condiciones favorables para la plaga, etc.), disponibilidad de herramientas de control y otros insumos (y sus costos), la aparición de resistencias a principios activos, la aparición y transferencia de nuevas tecnologías, principios activos y la convicción, seguridad y confianza de los productores en adoptarla, genera un cóctel demasiado complejo que excede el objetivo del programa.

No obstante ello, se ha trazado a través de estos años un camino y acciones concretas, que es necesario continuar y profundizar, sabiendo a priori que siguen existiendo factores difíciles de controlar. Es necesario seguir adelante con el objetivo general establecido originalmente de la supresión de las plagas Cydia pomonella L y Grafolita molesta Busck por debajo del umbral de daño económico.

La evolución del control tanto de Carpocapsa como de Grafolita a nivel provincial siguió un proceso (no terminado aún), que partió desde un control químico indiscriminado hacia un control químico aconsejado (implementación del Servicio de Alertas). En esta etapa, con la implementación del servicio de alertas se logró introducir, en el caso de Grafolita, el concepto de manejo del daño a través del manejo de la población y no a partir del momento en que ésta causaba los daños; culturalmente, no se realizaban aplicaciones para controlar las larvas provenientes del primer vuelo que se alimentaban de los brotes no estaba aconsejada, por el simple hecho de que era una generación que no atacaba frutos, esto generaba un crecimiento exponencial de las poblaciones subsiguientes.

El uso de sistemas de trampeo propios a nivel predial permitió en algunas unidades productivas (las menos) implementar un sistema de control químico dirigido combinando los avisos de alerta (o control químico aconsejado) con la información propia proveniente de trampas. Finalmente, el último paso hacia un control racional del complejo de plaga-hospederos-enemigos naturales presentes en una unidad económica materializado en el concepto Manejo Integrado de Plagas o MIP sigue siendo, en la mayoría de los casos, un objetivo no alcanzado aún. Incluso empresas de envergadura no cuentan con personal específico para el monitoreo de plagas, y, si lo poseen, pasan a cumplir otras tareas en el tiempo normalmente como apoyo a las actividades relacionadas con el momento de cosecha.

Es indiscutible que para un manejo moderno, eficaz y sustentable en el tiempo, el modelo a seguir tiene que estar basado en el uso de feromonas de confusión sexual (en lo posible en Grandes Áreas), monitoreo de la situación del monte frutal respecto de sus plagas de importancia y la interrelación con enemigos naturales, la intervención oportuna con insecticidas de bajo impacto y específicos a la plaga blanco; todo ello sustentado en información confiable para un proceso eficaz en la toma de decisiones.

 

 

 

 

La Técnica de Confusión Sexual (TCS) aplicada a Lepidópteros, ha demostrado ser una herramienta de vital importancia dentro del MIP. En sus orígenes este método, como una alternativa viable para el control de plagas, se vio estimulada por el éxito obtenido en el control de Grafolita (Rothschild 1975; Weakley et al. 1987; Rice & Kirsch 1990) y más tarde en Carpocapsa (Judd & Gardiner 1991; Gut & Brunner 1994; Knight 1995; Gut y Brunner, 1998).

En los últimos años la superficie bajo TCS ha ido en aumento a nivel global. Estimaciones realizadas en1996 establecían un valor de ingresos en el mercado mundial de semioquímicos (feromonas) en un monto cercano a los 30 millones de dólares US (Kirsch, 1997). Hacia el 2008 el comercio de feromonas a nivel global estaba valuado en 80-100 millones de Euros, mientras que para los productos utilizados solamente para monitoreo de insectos basados en feromonas este valor se estimaba en 35 millones de Euros.

No obstante ello, el uso de feromonas para control de lepidópteros a nivel regional muestra fluctuaciones. Muchas son las razones que explican estas oscilaciones en la cantidad de hectáreas que anualmente son tratadas con feromonas, entre ellas podemos mencionar las de índole económico; carácter técnico (tales como la disponibilidad de materiales eficientes -Witzgall, 2010), y en la implementación y manejo de la técnica.

Una de las restricciones al uso de este método de control es el llamado efecto "borde" provocado por la aparición de daños, justamente hacia los límites de las áreas bajo TCS como consecuencia de la migración de hembras ya copuladas desde áreas vecinas no tratadas con feromona sexual (Vickers et al, 1985; Cardé & Minks, 1995; Brunner, 2002; Weddle, 2009; Witzgall, 2010). La solución a este problema se abordó mediante el criterio de control en Grandes Áreas, que no solamente evita zonas donde la cópula puede ocurrir y por ende transformarse en focos de reinfestación, sino que también aborda la problemática en forma más integradora.

 

El MIP en huertos frutales, no fue ciertamente establecido para fruticultura de exportación sujeta a restricciones cuarentenarias de sus plagas primarias (González, 2002).

Los principales impedimentos para la implementación de un enfoque de Manejo Integrado de Plagas (MIP) basado en feromonas están mayoritariamente dados por las preocupaciones de los productores respecto a los costos, la eficacia y los brotes de plagas secundarias (Thomson, 1997). La eficacia no es menor en un modelo regional de producción de frutas de pepita (peras principalmente), donde el mercado destino, Brasil en este caso, tiene fuertes restricciones respecto de la presencia de Carpocapsa.

Respecto a la importancia de la cuestión planteada nos podemos remitir a las siguientes citas:

Estudios iniciales demostraron el potencial del uso de feromonas para controlar la polilla de la manzana o Carpocapsa (Knight, 1996, Gut y Brunner, 1998), pero también señalaron las áreas de preocupación. Por ejemplo, bajo condiciones de altas densidades poblacionales de Carpocapsa, la Técnica de Confusión Sexual no era una táctica suficientemente eficaz si se la usaba sola. Además, los bordes de los huertos frutales tenían niveles consistentemente más altos de daño en fruta que las partes internas de los mismos, y los llamados "enrolladores" y otras plagas secundarias aumentaron como un problema donde se utilizaba la confusión sexual para control de Carpocapsa y donde el uso de insecticidas de amplio espectro se redujo. Aún con estas limitaciones, los productores comenzaron a adoptar la TCS para control de Carpocapsa (Brunner et al, 2002).

Debido a que la mayoría de los biopesticidas (feromonas entre ellos) no son tan eficaces como los pesticidas químicos convencionales, no están adaptados para su uso como tratamientos aislados. Sin embargo, su selectividad y seguridad significa que ellos pueden contribuir de manera significativa a una mejora continua en el control de plagas. (Chandler, 2011).

ENFOQUE HOLÍSTICO DE LA PROBLEMÁTICA

A nivel global, el aumento de la demanda de tecnología de semioquímicos estaría impulsada por varios factores. Entre ellos se pueden citar los temores sobre la existencia de residuos de plaguicidas en los productos vegetales y en el agroecosistema, el creciente nivel de regulación que está generando la desaparición de muchos activos clave, y el desarrollo de resistencia de los insectos a los productos químicos que permanecen disponibles.

Estos factores negativos toman relevancia cuando se tienen en cuenta una serie de aspectos positivos que se asocian con la nueva tecnología, tales como la especificidad de la feromona para tratar un determinado insecto, a consecuencia de ello la seguridad para los organismos no objetivos (especialmente benéficos), el rendimiento de las aplicaciones individuales (en la actualidad, dependiendo del producto, una sola aplicación puede cubrir toda la temporada), facilidad de uso y, por supuesto, la eficacia global y reducción de daños.

Debido a la disminución del número de activos de plaguicidas convencionales disponibles, aunado con las exigencias de obtener productos libres de residuos, a lo que se suman criterios de registro de nuevos activos cada vez más estrictos (por lo que es más difícil y costoso obtener nuevos registros); las opciones de insecticidas viables de ser usados son cada vez menos, muy probablemente la resistencia de los insectos a los activos no hará sino aumentar. El uso de feromonas ofrece soluciones en todos estos frentes.

Esta tecnología debe planificarse junto a la utilización de los tratamientos químicos convencionales, facilitando al mismo tiempo menos y más precisas aplicaciones químicas para prolongar la vida útil de los nuevos activos disponibles.

Todo ello acompañado por un correcto monitoreo, labores culturales, buenas prácticas y, eventualmente, liberación de controladores cuando la situación así lo aconseje.

El Manejo Integrado de Plagas (MIP) basado en feromonas debe ser presentado a los productores con un enfoque a largo plazo y basado en un fuerte compromiso con el manejo de plagas. Los productores deben ser alentados a definir objetivos anuales y luego identificar las estrategias y tácticas necesarias para alcanzar dichos objetivos con un enfoque en la optimización de la eficacia, mantener los costos a niveles razonables, y procurar un bajo impacto ambiental

 

 

El Sistema de Alertas de Control consiste en informar a los productores el momento oportuno del control químico; según las condiciones de desarrollo de las plagas cada año (en función de las temperaturas acumuladas) y por zonas. Esto permite que al pulverizar todos los productores en el momento oportuno, se disminuya la presión de la plaga en el campo.

Resulta de prioridad continuar con la red de monitoreo para determinar niveles y dinámica poblacional de ambas plagas, en cada uno de los oasis productivos donde se encuentren especies hospederas, para poder formular y difundir las alertas de control correspondientes. Es importante recordar que en base a los datos obtenidos en el monitoreo se confeccionan las curvas de capturas, tomando las caídas de mariposas acumuladas en las trampas. De este análisis se obtienen los parámetros estadísticos descriptivos. Toda esta información es volcada en un Sistema de Información Geográfico que sirve de soporte; relacionándose estas curvas de caída, la ubicación geográfica, las temperaturas registradas en cada zona, sumando las observaciones a campo de los distintos estadíos fenológicos del huésped y de las plagas como por ej. posturas y comparando los datos históricos de comportamiento de la plaga.

Con estos datos se determinan las ALERTAS DE CONTROL , que consisten en informar a los productores el momento oportuno del control químico; según las condiciones de desarrollo de las plagas cada año (en función de las temperaturas acumuladas) y por zonas. Esto permite que al pulverizar todos los productores en el momento oportuno, se disminuya la presión de la plaga en el campo.

Este sistema, de carácter orientativo, es efectivo sólo con el compromiso de aplicación oportuna de los productores, y en combinación con otros métodos de control para lo cual es fundamental su capacitación.

Las alertas de control son difundidas por diversos canales, como mensajes radiales, SMS, avisos en los medios de comunicación, volantes, vía web, etc. Hoy los mercados de frutas y hortalizas exigen una producción de calidad especial, libre de plagas y sin restos de agroquímicos. El ISCAMEN está abocado permanentemente a buscar nuevas técnicas de control de plagas que sirvan como una herramienta más, como también lo son los agroquímicos, para lograr una producción que responda a las exigencias de los consumidores. Es por esto que se está estimulando y apoyando técnicas como la Confusión Sexual, Labores Culturales y Momentos Oportunos de Aplicación de plaguicidas específicos (dejando de lado los de amplio espectro), controladores biológicos, etc. ya que tanto Carpocapsa como Grafolita requieren la combinación de diferentes estrategias de control para una defensa más efectiva. Diarios más importantes, publicaciones en la página oficial del ISCAMEN, volantes, afiches y carteles ubicados en rutas importantes de la provincia: de este modo se garantiza una comunicación efectiva.

También se continuarán realizando los muestreos de frutos correspondientes, para cada especie, para establecer los niveles de daño.

La idea básica es que una comprensión profunda de la dinámica de población y ecología de las plagas lleve a estructurar sistemas de control multilaterales que no están basados de manera exclusiva en aplicaciones de agroquímicos. Hoy en día se aplica el concepto de MANEJO INTEGRADO DE PLAGAS. Hay autores que señalan la necesidad de que éste concepto no se vea como algo estático, sino como una transición hacia lo que debe considerarse la meta final: UNA AGRICULTURA ECOLÓGICA Y SUSTENTABLE.

" El Manejo Integrado de Plagas (MIP) puede definirse como el sistema de manejo que, teniendo en cuenta el ambiente y la dinámica de la plaga, utiliza todos los medios apropiados disponibles (técnicas culturales, control biológico, genético, químico, etc.) en forma compatible entre sí, para mantener las poblaciones de las plagas controladas para que no causen daños significativos. FAO (1966)".

 

Sobre el componente Grafolita en Frutales de Carozo.

 

La situación de los frutales de carozo y su plaga clave, "Grafolita", presenta diferencias sustanciales del complejo Frutales de Pepita/Carpocapsa.
En primera instancia, no existen restricciones ni exigencias de índole cuarentenario, como sí presenta el mercado brasileño respecto de los frutales de pepita y su plaga clave Carpocapsa.
Por otro lado, la presencia de destinos específicos, ya sea la de la industria conservera como la del consumo en fresco, presenta una situación totalmente distinta a la del sector de peras y manzanas.
En el caso de la industria conservera, los mejores precios se consiguen en duraznos aptos para mitades, y es aquí donde los daños por Grafolita pueden generar problemas y la fruta que no presenta determinados requisitos respecto de esta plaga (y otros parámetros de calidad) puede terminar bajando de categoría (y por ende recibir un menor precio) y terminar como fruta destinada a molienda.
Este sector cuenta con poco más de 10.000 ha(FIDR, 2010), y duraznos para consumo en fresco, Mendoza cuenta con unas 5780 ha.
Niveles elevados de daños por Grafolita pueden afectar seriamente la rentabilidad de montes frutales destinados a producir duraznos enlatados en mitades. El mismo concepto se puede aplicar a los montes destinados a producir duraznos para consumo en fresco. No obstante ello, la implementación de la TCS para Grafolita como base para el MIP en durazneros presenta mayores tolerancias si se lo compara con frutas de pepita destinadas al Brasil.

Esfuerzos hacia el futuro

La TCS para control de Grafolita en durazneros está bastante difundida en el Valle de Uco, especialmente en durazneros destinados a la industria conservera. Situación similar se da también en empresas importantes en el Este de la Provincia. También existen firmas que usan la técnica en durazneros para consumo en fresco.
En este caso, también se propone invertir más esfuerzos en el desarrollo de la estrategia de la TCS como base para el MIP en durazneros, especialmente en la zona este, norte y sur de la Provincia.

Muchas de las acciones planificadas coinciden con las planteadas precedentemente en la componente "Carpocapsa en Frutales de Pepita y Nogales". Por ello, teniendo en cuenta lo recién planteado, un resumen de las acciones propuestas para esta componente abarcaría:

a)   Mejora del sistema de alertas implementando un tercer aviso tendiente al control de la progenie del 3 er vuelo del año.
b)  Potenciar el uso de SMS para la ampliación del servicio de alertas.
c)  Mejora del Sistema de Información Territorial.
d)  Continuación de los planes de capacitación (BPA, TCS, MIP, calibración de máquinas, etc.)
e)   Posible integración con controladores biológicos en función de la disponibilidad del "Área de ISCAMEN" a cargo de los mismos.
f)   Trabajo en conjunto con la "Agencia de Calidad Agroalimentaria" y el "Programa Agroquímicos"