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Sanidad Vegetal

La importancia económica de las enfermedades y plagas de las plantas debe medirse no solamente por el verdadero daño que ocasionan, sino también, por los costos de las medidas de prevención y control y por las limitaciones que imponen a las clases y variedades de plantas que pueden ser cultivadas en determinadas zonas.

El Programa Sanidad Vegetal desarrolla sistemáticamente la evaluación de la incidencia de plagas y enfermedades agrícolas, para lo cual recopila, analiza y genera información. Además, se realizan monitoreos a campo e investigación en convenio con organismos específicos, para definir las estrategias de control a seguir.

Actualmente evalúa y analiza:

  • Peronóspora, Oidio y Podredumbre ,   las tres enfermedades más importantes de la vid
  • Sharka , con incidencia en ciruelo, damasco y durazno:
  • Sarna  del peral

En todos los casos,  largos periódos de tiempo son necesarios para obtener información seria que permita establecer categorías de análisis confiables a la hora de recomendar estrategias de manejo y control. Esta caracterísitica indispensable en cualquier esquema de seguimiento de enfermedades y plagas agrícolas, hacen que dichos sistemas se vean afectados permanentemente tanto por la ocurrencia de la enfermedad o plaga, como por las diferencias climatológicas de un año a otro y, por supuesto, también por la disponibilidad presupuestaria.


Peronóspora, Oidio y Podredumbre de la Vid

Las enfermedades más importantes de la vid por su carácter epidémico cuando se producen condiciones climáticas favorables para su desarrollo son sin duda para Cuyo PERONÓSPORA [ Plasmopara vitícola  (Berk et Curt)], OIDIO [ Uncinula necator  (Schw Burr), forma sexual;  Oidium tuckeri  (Berk), forma asexual] y PODREDUMBRE DE LOS RACIMOS [complejo de hongos (Botrytis, Aspergillus, Penicillium, Rhizopus, Alternaria, Cladosporium, etc.), bacterias, levaduras e insectos].


Producen importantes pérdidas cuantitativas en la producción del año tanto en vides para vinificación como en uvas de mesa y en la calidad de los vinos. En ataques severos, peronóspora además llega a comprometer la producción del año siguiente. La manera más eficiente de controlar estas tres enfermedades es la prevención para evitar que se produzca la infección primaria en brotes y racimos.
Con la esperanza de predecir el ataque primario de alguna de estas enfermedades  estamos trabajo junto con la DACC y la E.E.A. INTA Mendoza, realizando observaciones biológicas a campo sobre el desarrollo de epifitias para poner a punto un método de predicción de enfermedades y/o para convalidar los modelos existentes, utilizados en otros países con condiciones similares a las nuestras.

Actividades:

Desde hace 6 campañas, estamos observando (monitoreando) 5 parcelas de referenciación biológica ubicadas en: San Martín (distrito Tres Porteñas), Junín (distrito La Colonia), Tunuyán (distrito Vista Flores), San Rafael (distrito El Usillal) y Gral. Alvear (distrito Bowen). En ellas se hace el seguimiento en condiciones naturales de la fenología y el ciclo biológico de las enfermedades. Medimos el grado de ataque a través del recuento del número y tamaño de manchas de peronóspora y oidio en hojas y racimos y, el de podredumbre en racimos.Se relacionan y analizan los tres datos obtenidos por cada organismo (datos meteorológicos, estado vegetativo del cultivo y momento y grado de ataque de las enfermedades) a fin de predecir a través de una función matemática, los momentos críticos de ataque de alguna de las tres plagas. También, para esa misma época del cultivo se toman muestras de racimos y en el laboratorio del INTA se determina la infección potencial para el complejo podredumbre de los racimos (la infección que habría, existiendo espóras de los hongos en el cultivo, si se dieran las condiciones climáticas).

Paralelamente, se ha ido convalidando el modelo de predicción de Goidanich para peronóspora, dando resultados dispares en relación al desarrollo de la enfermedad en las distintas zonas y cultivares considerados.  Hay que realizar un reparametraje de la función.
Llevamos siete campañas agrícolas sanas, muy buenas para los productores.


Primeras observaciones a campo y en laboratorio:  objetivos por falta de datos epidemiológicos. Para ajustar una función matemática es necesario que ocurran las enfermedades al menos tres años y sólo hubo presencia de una de las enfermedades (peronóspora u oidio) en algunas parcelas en las campañas 2006/2007 y 2007/2008.
En Junín y Tres Porteñas, no hubo registro de las 3 plagas monitoreadas en ninguna de las campañas evaluadas. En Vista Flores durante la campaña 2004/2005, se presentaron síntomas de las enfermedades tanto en la cultivar Syrah como en Pedro Giménez, sin llegar a producir niveles de daño económico importante, ya que no hubo pérdida de racimos ni defoliación. Se detectaron pérdidas importantes debido a la ocurrencia de 2 heladas durante el ciclo vegetativo de la vid llegando al 33% en racimos y al 73% en hojas de la cultivar Pedro Giménez. En la cultivar  Syrah la pérdida de racimos fue del 8% y de hojas del 43%. Durante la campaña 2005/2006 se analizó solo la cultivar Pedro Giménez, ya que se cambió de finca, observándose síntomas de podredumbre en el 0.4%  del total racimos evaluados, con un grado de ataque que no produce un nivel de daño económico importante ya que no hubo pérdida de racimos, mientras que en hojas solo el 1% del total presentaron síntomas de enfermedad. En San Rafael durante la campaña 2004/2005, se registró ataque de podredumbre en racimos pero con un grado de ataque que no produce un nivel de daño económico. El 1% de pérdidas registradas se debió a la granizada ocurrida durante el ciclo vegetativo. En hojas se observaron síntomas en el 0.4% del total evaluadas con un grado de ataque que no produce defoliación. Durante la campaña 2005/2006 el 0.3% del total de racimos evaluados, presentaron síntomas de podredumbre, con un grado de ataque muy bajo, el cuál no repercutió en la producción, mientras que en las hojas no se registraron síntomas de enfermedad.
En Gral. Alvear el cultivar analizado fue Chenin, para el cual, durante la campaña 2004/2005 no se registraron racimos enfermos, mientras que en hojas, el 7% del total evaluadas presentaron un grado de ataque de cierta importancia, ya que produce algo de defoliación, pero en este caso es un porcentaje muy bajo de hojas enfermas dentro del total, por lo que la defoliación pierde importancia. También se observaron síntomas de oídio en el 0.01% del total de hojas (corresponde a 6 hojas de un total de 51.636 evaluadas). Durante la campaña 2005/2006, no se registraron síntomas de enfermedad en racimos ni en hojas.

Sharka

A partir de la primera detección de PPV el SENASA (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) emitió la resolución Nº 24 vigente desde el 25 de enero de 2005. La misma declara la emergencia nacional para el virus en todo el territorio nacional y faculta a todo el personal del SENASA a realizar las acciones fitosanitarias y técnico-administrativas extraordinarias que coadyuven a mantener el estatus cuarentenario de  Plum Pox Virus  para la República Argentina. Prohíbe el movimiento de todo material perteneciente al género Prunus, plantas de vivero o sus partes, excepto frutos, sin autorización del SENASA. Desde entonces se trabaja en un equipo interinstitucional dedicado a la planificación y aplicación de acciones de prospección y prevención de dispersión de la enfermedad. Este equipo está integrado por SENASA, INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), INASE (Instituto Nacional de Semillas) y en la provincia de Mendoza colabora el ISCAMEN (Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria Mendoza).

En la provincia de San Juan, el  SENASA adoptó medidas de cuarentena en un radio de 1000 metros alrededor del foco erradicado; en esa área tomó las siguientes medidas: interdicción de las propiedades con presencia de especies hospederas; prohibición de la venta de material de los viveros ubicados en ella;  y realizó el primer monitoreo de las especies hospederas. Asimismo, se procedió a la destrucción del material hospedero susceptible a la enfermedad en los viveros ubicados dentro del área mencionada.   Se decidió además efectuar el control de movimiento de material de propagación del género Prunus en todo el territorio nacional.

En la provincia de Mendoza, el ISCAMEN realizó un muestreo aleatorio sobre plantas madres de injerto de durazneros, damascos y ciruelos distribuidas en los tres oasis productivos, se realizaron 1020 análisis que, por la forma de muestreo, corresponden a 2500 plantas madres de injerto, siendo los resultados negativos.
Durante el 2006  se amplió el área de monitoreo a las principales zonas productoras de ciruelo del país, abarcando a San Pedro, provincia de  Buenos Aires;  los oasis Norte-Este, Central (Valle de Uco) y Sur, en la provincia de Mendoza; los valles de Tulúm, Ullúm y Zonda, en San Juan y las provincias de Neuquén y Río Negro. Se continuó con el control de movimiento de material de propagación del género Prunus en todo el territorio nacional y se destruyó el material hospedero susceptible a la enfermedad en los viveros ubicados dentro del área abarcada por un radio de 1000 metros alrededor del foco detectado. En 2007 prosigue el control de movimientos de material del género Prunus en todo el territorio nacional.
A los efectos de mantener la Enfermedad de Sharka como Plaga Cuarentenaria para la Argentina, la intervención oficial continuará con las siguientes medidas:

  • Establecer la obligatoriedad de testeo de Sharka en las plantas madres de las que se extraiga material para la producción de plantas de carozo.
  • Ampliar año tras año en forma significativa la cantidad de muestras en las diferentes regiones del país.
  • Aplicar medidas de cuarentena en un radio de 1.000 metros alrededor de los focos detectados.

¿Qué es el Sharka?


Es una enfermedad viral provocada por el  Plum Pox Virus  (PPV). Afecta a todas la especies del género Prunus (ciruelos, damascos, duraznos, cerezos) e incluso las ornamentales (ciruelo de flor o Pizardi). El tipo de sharka detectado en Argentina hasta la fecha pertenece al grupo  D (Dideron) que, en condiciones similares a las nuestras, en España y Chile sólo afecta a ciruelos, damascos y al portainjerto de duraznero Nemeguard cuando la infección es producida por pulgones.

¿Cómo se reconoce visualmente?
En primavera, en hojas se observan líneas, manchas o anillos cloróticos (verde pálido a amarillentos) de bordes irregulares. En los frutos se aprecian deformaciones, cambios de coloración, la piel presenta manchas oscuras, la pulpa también presenta manchas o anillos cloróticos, la consistencia es seca y dura (corchosa) comparada con la fruta sana. La maduración es despareja.

¿Cuál es su importancia?
Se la considera la enfermedad más importante de los frutales de carozo, por los daños que provoca en el mundo. Afecta a la calidad de la fruta, llegando al 100% de la producción. En Argentina sigue siendo cuarentenaria.

¿Cómo se  transmite  y dispersa?


Se trasmite a través de materiales de propagación contaminados (yemas y estacas de injertos y portainjertos). También por pulgones que actúan como vectores del virus contagiándolo de planta enferma a planta sana. La forma más eficiente de dispersión y a mayor distancia es por materiales de propagación enfermos, sean plantas de viveros, yemas para injertar o portainjertos de propagación agámica (por estacas o cepadas). 

¿Dónde está?
Se encuentra distribuida en Europa del Este, Francia, España, Chile, Estados Unidos y Canadá. En diciembre de 2004 se la detectó en Argentina con un primer foco en una finca ubicada en el departamento de Pocito en San Juan, el cual fue erradicado de inmediato.

Sarna del Peral

La sarna del peral ( Fusicladium pirinum ) es una enfermedad fungosa que ataca a este fruto desde la primavera hasta la cosecha, mientras se presenten las condiciones de temperatura y humedad, llegando a provocar desvalorización de la fruta y la caída de la producción para la próxima campaña.
Esta enfermedad ha recrudecido sus daños de manera notable en los útimos 20 años; se encuentra difundida en todas las áreas del mundo donde se cultiva este frutal siendo, sin lugar a dudas, una de las que más perjuicios causa; no sólo por el daño directo que provoca, sino también por los ingentes gastos que se deben realizar para su control. La problemática que se plantea para sobrellevar un control eficiente de la enfermedad es bastante compleja pero la llave del éxito pasa por un buen conocimiento del agente causal en la zona y por la medida y evaluación de los factores ambientales que intervienen para que se manifieste la misma.

En las últimas campañas agrícolas la enfermedad ha impactado fuertemente en la producción local,  lo que motivó que la Cámara de Comercio, Industria, Agricultura  y Ganadería de General Alvear, el INSTITUTO DE SANIDAD Y CALIDAD AGROPECUARIA MENDOZA (ISCAMEN) y la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNCuyo aunaran sus esfuerzos para: desarrollar el estudio sobre la biología del agente causal de la sarna del peral, establecer un sistema de pronóstico basado en los parámetros meteorológicos que posibilitan la enfermedad y realizar sugerencias de control dentro del  manejo integrado de plagas, de acuerdo a lo que demandan los mercados locales e internacionales.

MEDIDAS PREVENTIVAS PARA EL CONTROL DE SARNA DEL PERAL 

OTOÑO:
Antes de la caída de las hojas:
- Pulverización de Urea al 5%.
- Laboreos culturales a fin de enterrar las hojas y acelerar su destrucción disminuyendo así, el pasaje invernal del hongo.
- Preparación del terreno para facilitar el ingreso en primavera con el objeto de realizar oportunamente los tratamientos sanitarios.
- Cobertura vegetal en el camellón interfilar
- Alomar el camellón para facilitar el escurrimiento del agua.
- Dejar en el terreno los restos finos de poda para afirmar el suelo.

INVIERNO :
- Pulverización con Polisulfuro de Calcio al 8% (en función de las precipitaciones y humedad relativa).
- Poda: debe lograrse mediante esta práctica una planta ventilada sin exceso de ramas primarias.

PRIMAVERA:
Al estado de punta verde, debe pulverizarse con Polisulfuro de Calcio al 4% (en función de las precipitaciones y humedad relativa). Dado que aún no existe un sistema de alarma, para los tratamientos posteriores pueden adoptarse los siguientes criterios:
Cobertura total: consiste en tratamientos consecutivos cada 14 días independientemente de las condiciones climáticas, hasta que finalice la liberación de esporas sexuales.
Tratamientos acorde a las condiciones climáticas: deben realizarse teniendo como parámetros las horas de mojado de hojas y la temperatura.
Se debe tener presente que en el caso de adoptar el criterio de tratamientos según condiciones climáticas, los productos fitosanitarios a utilizar varían de acuerdo al tiempo transcurrido, entre el inicio de las condiciones y la realización del tratamiento.